El Ajil Tz’aqat es una forma de vida y entender el mundo desde la cosmovisión maya, que recupera formas propias de pensamiento y de prácticas colectivas, que se expresan como principios, valores y formas propias de la vida personal y comunitaria. Procura conocer, tratar y sanar la falta de interconectividad en las relaciones de género, ecológica, ambiental, simbólica, psicológica, espiritual y energética. Ajil Tz’aqat es la forma y dinámica de la interconectividad entre los seres del tejido de la vida desde la cosmovisión maya. Comprendiendo cosmovisión maya como la forma de ver, comprender y explicar el mundo (el entorno) y la vida. Implica la forma en que surge el conocimiento, como se organiza, sus distintos elementos y su validez como conocimiento verdadero y por qué es diferente a otras cosmovisiones.
El Ajil Tz’aqat se enmarca en la crítica a la visión eurocéntrica centrada en el hombre, como amo y señor de los animales, plantas y elementos de la naturaleza. Individualista. La visión eurocéntrica establece la superioridad de los países industrializados, del hombre blanco, de los hombres sobre las mujeres, del capitalismo sobre otras formas de estructuras económicas y que las verdades científicas sólo son las que surgen de las ciencias positivistas liberales. En ese marco del pensamiento absolutista que sostiene el orden mundial basado en las desigualdades y en las injusticias, en el mismo han surgido teorías y enfoques críticos eurocéntricas como los planteamientos ecologistas, feministas, de derechos humanos, entre otros, que cuestionan estos paradigmas, así como la acumulación de riquezas sin límites, la destrucción del planeta por el extractivismo, la subordinación de las mujeres y los pueblos, entre otros.
En las sociedades colonizadas e integradas al modelo neoliberal capitalista, está presente el pensamiento y la estructura patriarcal en distintos ámbitos de la vida, cuyo pensamiento básico es el hombre como modelo de ser humano. Cuando se habla de ser humano se habla del hombre, la mujer queda invisibilizada, porque está incluida, este axioma no funciona al revés, por ejemplo, cuando se habla de mujer no está incluido el hombre14. Son los cuestionamientos de invisibilización que plantea el feminismo y de allí proponen estrategias para superar esa desigualdad ontológica, epistémica y social.
Desde la perspectiva de Ajil Tz’aqat, estos cuestionamientos son importantes, pero están inscritos en un código individualista y totalmente antropocéntrica, invisibiliza la lucha por la madre tierra y de las mujeres indígenas o solo las agregan. Desde la cosmovisión maya, el primer territorio que se defiende es el cuerpo de la mujer y del hombre, también de la madre tierra y de todos los demás seres vivos, porque los quiebres de interconectividad están en esas relaciones deterioradas y que son necesarias sanar para encaminarnos al buen vivir o vivir en plenitud.